El Hombre Anfibio
Vicente Muñoz
Cult Movies: Películas para la penumbra (Excodra, 2015).
Deliciosamente marciana y más rara que un perro verde, El hombre anfibio (1962), de Vladimir Chebotaryov y Gennadi Kazansky, es un híbrido de diversos géneros, piratas, fantástico, cine social y de aventuras, que deslumbra por su exuberante escenografía, su disparatado argumento y, muy en especial, su fotografía colorista y chillona, que confiere a la película un aire de lo más pintoresco.
Basada en una novela de Alexander Beliayev (el llamado Julio Verne ruso), El hombre anfibio evoca al mejor cine de aventuras anglosajón (Moby Dick, La Isla del Tesoro, 20.000 leguas de viaje submarino), sin renunciar a la denuncia social, la utopía y el melodrama, dando como resultado un film inclasificable, como de ensueño de hachís o fantasía futurista, con un encanto kitch innegable.
Prácticamente desconocida fuera de su país, la película fue sin embargo la más vista en la Unión Soviética el año de su estreno (nada más y nada menos que 66 millones de espectadores) y pese al paso del tiempo, precisamente por su atemporalidad, sigue fascinando como pocas.
Otra joya del cine fantástico a desempolvar.
Vicente Muñoz Álvarez, de Cult Movies: Películas para la penumbra (Excodra, 2015).
http://www.excodraeditorial.com/
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